Sunday, November 06, 2005

Teoría de los Mundos Múltiples


Una de las teorías científicas más curiosas que ha provocado la mecánica cuántica es la Interpretación de los Mundos Múltiples (IMM). Al parecer la física cuántica propicia, debido a la incertidumbre inherente al colapso del paquete (quantum) de ondas de una partícula, la existencia de múltiples universos, tantos como opciones existan en las distintas funciones de los mencionados paquetes de
ondas. La "peculiaridad" de los procesos cuánticos permite asumir que "todas" las opciones posibles de las referidas funciones de los paquetes de ondas se realizan, creando tantas realidades distintas, o universos, como opciones. Lo que ocurre es que nosotros, observadores del nivel macroscópico, nos hallamos constreñidos a percibir/vivir uno solo de esos universos. Esta extraña propiedad de la mecánica cuántica llevó al físico Hugh Everett III a formular, en 1957, la Interpretación de los Mundos Múltiples.

La consecuencia más obvia, pero no por ello menos extraña, que se extrae de esta teoría es que existen tantos universos como opciones cuánticas haya habido hasta ahora, es decir, innumerables. La IMM significa, lector, que existen múltiples universos, y que en uno de ellos tu puedes estar casado y en otro no, en un mundo yo puedo ser un personaje famoso y en otro haber muerto. Por alguna extraña limitación, no obstante, sólo podemos en cada momento ser conscientes, vivir, uno de estos universos.
Ya en el siglo XVI, Giordano Bruno argumentó que la grandeza de Dios se demostraba mejor en la creación de muchos mundos que en uno solo. Pero no creo que Everett quisiera respaldar a Bruno cuando proclamó su teoría

Volviendo a la IMM, no se crea que ésta es una teoría extravagante que pervive en la periferia de la ciencia, no. La IMM es aceptada por la pléyade de los físicos teóricos que habitan hoy este planeta, y este particular universo. El investigador de ciencias políticas L. David Raub entrevistó a setenta y dos especialistas en cosmología cuántica, líderes en su especialidad, junto con otros físicos teóricos cuánticos, e inquirió sobre el grado de certeza que ellos concedían a la Interpretación de los Mundos Múltiples. Las respuestas posibles eran: (1) Sí, creo que la IMM [Interpretación de los Mundos Múltiples] es cierta; (2) No acepto la IMM; (3) Quizás la IMM sea cierta, pero aún no estoy convencido; (4) No tengo una opinión ni a favor ni en contra. Los resultados de la encuesta fueron los siguientes:
Sí : 58%
No: 18%
Quizás: 13%
No sabe: 11%
En el grupo le los "Síes" se encontraban científicos de renombre internacional como Stephen Hawking, Richard Feynman y Murray Gell-Mann, mientras que entre los "Noes", el personaje más conocido era el insigne físico británico Roger Penrose. En una carta a Raub, Hawking puntualizaba: "El nombre "Mundos Múltiples" es inadecuado, pero la teoría, en esencia, es correcta". En conversaciones privadas, Hawking emplea palabras más contundentes; en cierta ocasión se le oyó decir: "La IMM es trivialmente verdadera". En la reseña a un artículo realizado por el físico norteamericano Bruce DeWitt, principal defensor de la Interpretación de los Mundos Múltiples, Murray Gell-Mann se mostró básicamente de acuerdo con Hawking: "... aparte del empleo desacertado del lenguaje, los desarrollos físicos de Everett son correctos, aunque algo incompletos". (Ambos, Hawking y Gell-Mann, prefieren referirse a la IMM como Interpretación de las Historias Múltiples). En su reciente libro, Sueños de una Teoría Final, el premio Nobel de física Steven Weinberg también se decanta a favor de la Interpretación de los Mundos Múltiples. El fallecido físico John A. Wheeler también aceptaba la IMM.

Los resultados de la encuesta citada, junto con las opiniones favorables vertidas por eminentes científicos, no pueden actuar como prueba a favor de la validez de la IMM, puesto que la verdad científica no puede decidirse por el consenso de la mayoría; no obstante, el reconocimiento y tácita aprobación de la teoría de Everett por la gran mayoría de los profesionales de la física es un espaldarazo a su consistencia. Parece ser que las matemáticas utilizadas en los procesos subcuánticos obligan a reconocer la validez de la IMM.

Sin duda alguna, Hawking, Feynman, Gell-Mann y Weinberg (tres de ellos premios Nobel de física) son cuatro de los más destacados físicos teóricos del siglo XX. El hecho de que hayan aceptado la IMM, con todas sus extravagantes implicaciones, debería llevarte, lector, a no rechazarla sin meditar antes un poco sobre ella.
Como colofón, se me ocurre que en otro de los posibles universos podrían los referidos científicos desaprobar la IMM. En ese caso, en ese particular universo, este artículo no tendría lugar.

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