Thursday, September 01, 2005

La Gente Feliz es Exitosa



Los seres humanos que se ocupan por lograr que los demás sean felices, son los más felices. Pues ocurre que cuanto más damos más recibimos. En qué consiste hacer feliz a los demás? Cuando amamos dejamos que los demás puedan ser, somos tolerantes, respetuosos y solidarios con ellos. El egoista solo desea amarse a si mismo, el amor a uno mismo no es nada pecaminoso ni perjudicial, pero cuando nos excedemos en el amor que nos profesamos, comenzamos a fallar como seres humanos. Todos los excesos son nocivos, hasta amarnos exageradamente. Los padres que se exceden al amar a sus hijos terminan convertidos en sobreprotectores, y este sentimiento estropea el sano desarrollo de los hijos.

A algunos les cuesta trabajo amarse a si mismos, y si no puedes amarte a ti mismo, mucho menos podrás
amar a los demás, si nada sabes qué podrías enseñar? Si no eres feliz, cómo podrás hacer feliz a otra persona? Algunos dicen que es necesario esforzarnos para hacer felices a los demás. Yo lo veo de otra manera. No hay necesidad de esforzarnos, porque cuando somos felices irradiamos nuestra felicidad con gran naturalidad; somos como las flores que esparcimos nuestro aroma y nos deleitamos al hacerlo. Cuando amamos y somos felices podemos fluir, lo cual significa que nos dejamos conducir, que no intentamos controlar, ya que la vida o Dios nos impulsan permanentemente. Cuando intentamos controlar nuestras vidas, con nuestra actitud le estamos diciendo a Dios, No quiero que se haga tu voluntad, sino la MIA.

La vida es como un camino con subidas, bajadas, recodos, sinuosidades, arenales, lodazales, etc. El caminante avezado sabe que además de permanecer atento, debe caminar sin excesiva prisa pero también sin extremada lentitud. Hay que procurar hacer de cada paso una meta, y de cada meta un paso. Algunos no saben regular sus fuerzas y se dejan llevar por la impulsividad y por la ansiedad. Parecen caballos de hipódromo, su único objetivo es correr. Y si les preguntan la razón de su prisa, se justifican diciendo que el tiempo es oro y que hay que aprovecharlo al máximo. La verdad es que hemos sido condicionados como los perros de Pavlov para que pensemos que la vida es una maratón y que el éxito consiste en llegar siempre en primer lugar. Si dejamos o por lo menos, intentamos dejar de ser competitivos, nos exponemos a ser tildados de perdedores. Los que siempre permanecen afanados cosechan el fruto de sus afanes, estrés, hipertensión, apoplejías, úlceras, depresión, y muchas otras disfunciones.
Si nuestro mayor propósito consiste en ser felices, la premura no nos garantiza que logremos serlo. Cuando viajamos en un auto sin exceso de velocidad podemos disfrutar del paisaje de mejor manera que cuando andamos con el acelerador a fondo. Y la razón es bien sencilla, si apartamos la vista del camino siquiera por un segundo tenemos grandes probabilidades de chocar. Pero si manejamos con prudencia, tenemos mejores posibilidades de apreciar el panorama.

Si queremos tener paz, trabajemos por ella a nivel interno. Si hay rencor o resentimiento en nuestros corazones hacia el prójimo jamás podremos estar tranquilos. Si por el contrario nos llenamos de sabiduría espiritual conoceremos las leyes de la mente. Reverenciaremos en cada persona la verdadera naturaleza, perfecta y divina que manifiesta (veremos a Dios encarnado en ellas) y dejaremos de ver sus defectos y nos solidarizaremos con sus errores, porque todos somos propensos a errar. Al hacerlo, impregnaremos nuestro entorno de paz y armonía.

Solemos decir que una persona de éxito es aquella que "posee" una cuantiosa fortuna, fama o popularidad, y poder. Pero el auténtico éxito es el espiritual, y en lugar de "poseer" decimos que somos. De tal manera que cuando somos felices, somos muy afortunados, somos éxitosos. Igual sucede cuando amamos, cuando abrimos los ojos de la mente y el corazón y vemos que la gracia de Dios brilla en todos los seres y en todas partes. El hombre fue creado para ser feliz. De nosotros depende volver al estado original, si lo logramos, podremos decir que somos exitosos.


DELFIN

1 comment:

Delfin said...

LA FELICIDAD DEPENDE DE TI



"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".

(Nathaniel Hawthorne)


El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.

Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.

La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida.

Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.

Dentro de tu mente lo tienes todo.
El Sol y la Luna, Las montañas y los valles.
Los colores del amanecer y las sombras de la noche.
La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas.

Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras.

Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.

Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes.
No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones.
Sólo depende de lo a gusto que estés
con lo que haces,
con lo que tienes,
con tu cuerpo
y con tus dones.

Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.

(Autor desconocido)

lo envió Kiki